Desde la espiritualidad, la razón se puede ver como una herramienta de la mente que ordena, compara, clasifica y busca comprender el mundo desde un marco lógico-dual. Pero su explicación y su lugar dentro del camino espiritual varía según la tradición. Aquí te comparto una síntesis desde una mirada espiritual profunda (como la que tú sigues con Un Curso de Milagros, Un Curso de Amor, etc.):
1. La razón como instrumento del ego (cuando está desconectada del Espíritu)
La razón, cuando opera sin guía del Espíritu, sirve al sistema de pensamiento del ego: busca tener razón, defenderse, controlar o justificar lo falso.
Puede volverse una barrera para la verdad espiritual, porque quiere entender la totalidad desde una mente fragmentada.
Esta razón es útil para el mundo, pero incapaz de percibir lo eterno, lo no dual o lo sagrado, ya que siempre se basa en opuestos y juicios.
2. La razón como herramienta sanada y al servicio del Espíritu
En el camino espiritual, la mente racional no se rechaza, sino que se le enseña a ponerse al servicio del Amor.
En Un Curso de Milagros, por ejemplo, se habla de una "razón verdadera", una forma de pensar alineada con el Espíritu Santo, que razona desde la Verdad: “Si Dios es Amor, nada real puede ser amenaza”.
Esta razón espiritual no niega la lógica, pero la eleva a una lógica más profunda, que no se basa en el miedo ni la separación, sino en la unidad y la confianza.
3. El paso más allá de la razón
Finalmente, toda razón, incluso la sanada, es solo una etapa: el verdadero conocimiento espiritual trasciende la razón y se experimenta directamente como revelación, certeza interior o Presencia.
La razón llega hasta donde puede, y luego se rinde. En esa entrega, aparece la sabiduría del corazón: no lógica, pero profundamente verdadera.
En resumen, la razón es un puente: puede ser usada por el ego para mantener la ilusión, o ser entregada al Espíritu para ayudar a deshacerla. Y cuando su tarea está cumplida, se silencia ante la experiencia directa del Ser.
